Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río
Reino de Cordelia
Documentos hallados en la biblioteca de la universidad egipcia de Al-Azhar, desconocidos hasta ahora, acreditan que durante el siglo xi el Santo
Grial, el cáliz con que Cristo celebró la Última Cena con sus discípulos, viajó a España. Fue regalado al rey de la Taifa de Denia por el poderoso califa Fatimí que gobernaba el Norte de África. Y una vez en Denia, la copa sagrada, custodiada durante siglos en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, viajó hasta la corte de Fernando I (1037-1065), rey de León. El monarca cristiano se hizo cargo del Grial que, según las investigaciones, hoy día se guarda en el Panteón de los Reyes la basílica románica leonesa de San Isidoro, decorada con gemas preciosas y oro y, conocida popularmente como el Cáliz de Dona Urraca. Sometida a la prueba del carbono 14, la copa que sirve de armazón al cáliz de Doña Urraca se ha confirmado que es coetánea de la época de Cristo.